jueves, 31 de mayo de 2012

obesidad



¿QUÉ ES LA OBESIDAD? 
La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el Índice de Masa Corporal en el adulto es mayor de 30 (peso en Kg/Talla2en m). No distingue color de piel, edad, nivel socioeconómico, sexo o situación geográfica, pero es la enfermedad nutricional más frecuente en los países desarrollados. 

Anteriormente se consideraba a la persona con sobrepeso como una persona que gozaba de buena salud, sin embargo ahora se sabe que la obesidad tiene múltiples consecuencias en nuestra salud: está fuertemente relacionada con enfermedades cardiovasculares, dermatológicas, gastrointestinales,, osteoarticulares, diabetes, etc. 

Además, un niño obeso o un adolescente obeso tienen muchas probabilidades de ser adultos obesos. Y esas dos etapas de la vida son periodos críticos en la posible aparición de la enfermedad.
 
 
CAUSAS 
En principio, como causas más directas están un consumo excesivo de nutrientes y un descenso en el gasto energético. 

Las causas de la obesidad hasta el día de hoy no han sido del todo comprendidas, pero se sabe que existen muchos factores causantes de esta grave enfermedad, unos que parecen ser muy sencillos y otros bastante complicados. 
Por resumir un poco podemos agruparlos en:
 



Factores genéticos y ambientales:causas hormonales, dietas, alteraciones genéticas y la herencia. 

Factores familiares y socioculturales:el modelaje (aprendizaje a través de la observación); el alimento utilizado como reforzador (premio o castigo); valores y normas transmitidas a lo largo de generaciones familiares, falsas creencias, nivel sociocultural; hábitos de ocio (play + ordenador + tele + falta de ejercicio) 

Factores psicológicos: influyen en la generación y regulación de la conducta alimenta; la ansiedad, la baja autoestima y el rechazo son factores que contribuyen a la aparición y mantenimiento de la obesidad en los adolescentes. 
Yo agregaria en este factor: la depresion y/o cambios emocionales.
 

 
¿QUÉ HACER? 

Anorexia y bulimia son dos enfermedades mentales con serias repercusiones físicas y es muy difícil que la familia sola pueda afrontar el problema. 

Lo primero que hay que hacer es acudir al médico de atención primaria o al pediatra, quien nos derivará al especialista para hacer el diagnóstico correcto y prescribir el tratamiento adecuado. 

También es muy aconsejable acudir a alguna asociación de afectados y familiares para recibir más información, asesoramiento familiar y apoyo. 

Como medidas preventivas habría que tener en cuenta las siguientes: 

* Evitar la comida rápida, bollería industrial y golosinas, alimentos que deben ser excepción y no costumbre 
* Valorar a los hijos sin tener en cuenta su peso. Si hay que modificar hábitos alimenticios, se hará sin observaciones negativas. 
* Reforzar la autoestima de sus hijos. 

La obesidad es un trastorno prevenible desde el hogar a través de la utilización de unos buenos hábitos alimenticios. 

UNA BUENA ALIMENTACIÓN
 

la pregnorexia


La pregnorexia, problemas en el embarazo

Miércoles 21 septiembre, 2011

Ayer estuvimos hablando sobre un trastorno alimenticio poco común, la anorexia deportiva, un fenómeno que cada vez se da más. Son cada vez más los trastornos que se general y cada vez incluyen situaciones más específicas, hoy vamos a hablar sobre uno que últimamente se está dando mucho: la pregnorexia.
Este trastorno involucra a las mujeres embarazadas, las cuales intentan perder peso aún en esta condición. El embarazo es el peor momento para hacer dietas estrictas o decidirse a perder peso, ya que no solamente estamos afectando nuestra salud, sino también la del bebé. Este es un fenómeno que afecta a 1 de cada 50 mujeres británicas, como todo trastorno también juega con nuestra mente, por tanto no le permite ver a estas mujeres la importancia de una correcta alimentación, sino que se enceguece en el intento de adelgazar constantemente mediante la realización permanente de dietas hipocalóricas.
El tipo de alimentación que se lleve en el embarazo tiene gran influencia sobre el desarrollo intrauterino del bebé y su vida futura, de aquí la importancia de cuidar cómo nos alimentamos.
Parte de la culpa la tiene la sociedad, con sus modelos embarazadas que mantienen la figura durante los 9 meses y después de dar a luz regresan rápidamente a su estado.
Debemos entender la importancia de llevar un embarazo saludable y no perjudicar al bebé preocupándonos por la estética. Si quieres cuidar de tu cuerpo durante esta etapa, entonces puedes hacerlo a través de alimentarte saludablemente y haciendo actividad física regular. Esta es la forma correcta de hacerlo.

ORIGEN DE LA BULIMIA






Hay varios informes que demuestran que este tipo de enfermedad existe desde el siglo XIX, en donde ya varios jóvenes se provocaban el vómito después de comer excesivamente. En el año 1940 este comportamiento se consideró un síndrome y recién en 1980 la Sociedad Americana de Psiquiatría incorporó a la bulimia en el manual de psiquiatría como una enfermedad que difiere de laanorexia.
Ambas enfermedades datan de tiempos muy antiguos, se sabe que son el producto de varios factores que incluyen trastornos emocionales y de personalidad, tanto como presiones familiares, un posible desorden o sensibilidad genética o biológica y también el condicionamiento de vivir en unasociedad obsesionada con la delgadez.
Esta idea de mantener una buena estética hace que los jóvenes tengan un sistema de valores que se basan solo en el "buen look" y esto puede generar una adicción a la delgadez para mantener un cuerpo socialmente "correcto" y conlleva a ser más propensos a enfermedades relacionadas con desordenes alimenticios.
La estética es considerada un disparador que afecta negativamente a algunos jóvenes con problemas familiares o de personalidad. La palabra bulimia tiene sus raíces en el idioma griego y significa "hambre de buey" y por lo general aparece entre los 18 y 28 años de edad, y al igual que en la anorexia, el 95% de los que sufren este mal son mujeres. La enfermedad se caracteriza por ingerir mucha cantidad de alimentos, el individuo se siente culpable por la gran ingestión realizada y por consecuencia se provoca el vómito. También utiliza laxantes o diuréticos y realiza ejercicio excesivamente debido a que estos jóvenes tienen mucho miedo a subir su peso.
bulimia
tipica actitud de las pacientes con bulimia
LA BULIMIA Y LOS CAMBIOS DE CONDUCTA
La bulimia nerviosa se caracteriza por: atracones reiterativos provocados por ingerir alimento en un corto plazo de tiempo en una cantidad mayor de lo habitual o también se pierde el control sobre la ingesta de los mismos. Se suele ver conductas orientadas a no ganar peso como el ayuno por ejemplo y los atracones se producen dos veces a la semana durante tres meses aproximadamente. Por último, los individuos que sufren este trastorno demuestran que sus conductas son influidas por la sociedad y su autoestima con respecto a la estética de su físico es muy baja.
Las personas que sufren la bulimia se sienten fuera de control en los períodos de exceso de comida y generalmente cada vez que tienen esa conducta la manifiestan estando solos ya que se sienten avergonzados por su comportamiento. Los bulímicos acompañan su comportamiento con sentimientos de culpa y vergüenzaprometiéndose a sí mismos que no van a volver a reincidir. Pero siguen evitando la comida y eso les provoca que sientan, después de un tiempo, la necesidad de volver a comer y allí es donde vuelven los atracones y el ciclo vuelve a repetirse.
La bulimia puede notarse por ciertos comportamientos que se manifiestan en el individuo, estos son:conducta reservada y compulsiva, el uso indiscriminado de laxantes, diuréticos, anfetaminas y formas de purga (vómito). Otro de los síntomas es el robo de comida, o comportamientos asociados a abuso de drogas y alcohol y automutilación, preocupación excesiva sobre su imagen y su peso y la actividad sexual en estas personas es superficial o promiscua. Por último la bulimia le da al enfermo una conciencia sobre el hambre pero su desorden alimenticio no se conecta con la misma.

TRATAMIENTO DE LA BULIMIA

Las personas que padecen esta enfermedad deben seguir un tratamiento integral en donde estén involucrados varios especialistas, como nutricionistas, psicoanalistas y médicos o endocrinólogos. También es conveniente señalar que la participación de la familia del afectado es fundamental para su recuperación, ya que los aspectos familiares son, generalmente, los causantes de este tipo de enfermedades. Se recomienda que si un joven reconoce estos síntomas en él, debe acercarse a cualquier institución de salud pública o privada para evitar que el problema se disipe y su tratamiento se torne más complejo.
Es importante el papel de los nutricionistas ya que ellos van a proporcionar al bulímico una alimentación adecuada y cada problema debe ser tratado de forma particular, pero insistimos, la familia es un soporte más que importante ya que dentro de ella se forma al adolescente y dicha familia es la que lo va a contener y a proporcionar la posibilidad de una cura siguiendo, claro está, un tratamiento adecuado.

megarexia


Hablando de trastornos alimenticios: Megarexia

En nuestra sociedad, conocemos bien la anorexia y la bulimia pues tienen bastante publicidad, sin embargo hay otras enfermedades en relación a la ingesta de alimentos, hoy nos toca hablar de uno de esos trastornos alimenticios, en este caso es la megarexia, menos conocido pero que también esta afectando a muchas personas.
Empezando a definir y conocer que es la megarexia, habiendo dicho ya que es un trastorno de la alimentación, es considerado como el opuesto de la anorexia, pues si bien en ambos casos existe una percepción alterada de la realidad, la persona megarexica es obesa a causa de la comida basura, sin embargo al mirarse al espejo no lo percibe. Son en cierta forma personas obesas que se ven delgadas a causa de la distorsión en la percepción, entonces tenemos que este trastorno lo que causa es desnutrición pues las personas, al considerarse sanas, siguen ingiriendo frituras, alimentos grasos, dulces, postres y demás alimentos con calorías vacías, lo cual los convierte en obesos desnutridos por falta de nutrientes esenciales en su alimentación.
Megarexia
Megarexia
El doctor Jaime Burgos fue quien le dio nombre a este trastorno, considera que la anorexia y la megarexia se originan porque ambos mantendrían desnutrido al cerebro.
Las personas pueden llegar a confundir esta enfermedad con otras, ya sea con un problema de la tiroides o posiblemente un problema con el metabolismo, incluso con alguna herencia genética familiar.
Esta enfermedad relacionada con la ingesta de alimentos se puede combatir y tratar, hace falta que el enfermo acepte tiene un problema que va más allá del peso corporal, la asistencia a una consulta médica y posteriormente a una con un profesional psicólogo, ayudaran al paciente una vez que acepte el problema como tal, sin necesidad de medicación, pero si con una buena alimentación, ejercicios y llevando una vida sana, de esta forma mientras pierden la grasa acumulada, lograrán también un cambio en su mente.

¿Qué es la Potomanía?
Estamos muy acostumbrados a escuchar hablar de los trastornos de la alimentación haciendo referencia a la obesidad, la bulimia y la anorexia ; pero hay muchos otros que caen en la denominación de TANE (Trastornos Alimentarios No Especificados). Entre los TANE encontramos la ortorexia , los comedores compulsivos, la pica (consumo persistente y compulsivo de substancias no alimentarias o con poco valor nutritivo, por ejemplo: pagofagia –hielo-, geofagia –tierra-, tricofagia –pelo-, entre otras) y la potomanía.
La palabra “potomanía” proviene del griego "potoç” (bebida, agua potable) y “µavia” (manía). Podríamos decir que es “la manía o compulsión por beber agua”. Esto se hace compulsivamente, sin tener sed y la persona experimenta una sensación de placer al consumirla. Se pueden llegar a beber 8-10 y hasta 15 litros de agua diarios, dependiendo la gravedad del caso.
Ahora bien, si nuestro cuerpo tiene un 60-70% de agua y siempre los nutricionistas insisten en tomar agua, ¿hay un límite saludable?, ¿por qué hace mal? Intentaré irlo explicando a lo largo de este artículo.
¿Cuáles son las causas?
Muchos son los factores que pueden llevar a este trastorno. Entre ellos podemos citar:
  • Asociada a anorexia nerviosa: para obtener saciedad o para aumentar momentáneamente el peso en el momento de ser evaluadas por un profesional o familiar.
  • Enfermedades psiquiátricas: trastorno de la personalidad, estructuras caracteriales histéricas y cuadros delirantes.
  • Trastornos hipotalámicos (allí está el centro que regula la sed): traumatismos craneales o sarcoidosis, alteración del osmorreceptor hipotalámico.
  • Diabetes mellitus (suele tener tres síntomas: polidipsia –exceso de sed-, poliuria –exceso de orina- y polifagia –exceso de hambre-).
  • Enfermedades renales crónicas.
  • Medicamentos: uso de antiinflamatorios no esteroideos, diuréticos tiazídicos, litio (que interfieren la función renal), fármacos anticolinérgicos que dan sequedad de boca (neurolépticos, tricíclicos…), etc.
¿Cuáles son las consecuencias?
Si bien en una persona cuya función renal, cardíaca y de la hipófisis se encuentran dentro de los parámetros normales, es muy extraño y poco frecuente que se produzca una hiperhidratación (exceso de hidratación), si la potomanía es sostenida, la función renal puede verse comprometida.

Pero... si hay consecuencias pueden ser graves. Podemos mencionar las siguientes:
  • Calambres musculares: debido a la dilución del sodio y del potasio.
  • Hiponatremia: concentración baja de sodio en sangre (debido a la dilución por el exceso de agua).
  • Náuseas.
  • Disminución de la secreción de la hormona antidiurética, por lo tanto se aumenta la diuresis.
  • Letargia, cefalea.
  • Convulsiones.
  • Parálisis.
  • Insuficiencia cardiaca congestiva.
  • Coma y muerte.

¿Tiene tratamiento?
Sí, pero el tratamiento variará de acuerdo a la causa de la potomanía. Inicialmente, algunos casos son tratado con diuréticos a fin de evitar la hiponatremia. Pero esto es paliativo, sólo ataca al síntoma, no a la causa.
En el caso que haya sido ocasionado por algún medicamento, deberá evaluarse la posibilidad de reemplazo por otro tipo de droga.
Si es un trastorno psiquiátrico requerirá medicación y terapia. Otras causas dependerán del médico especialista y del equipo interdisciplinario (médicos clínicos, psicólogos, nutricionistas y médicos especialistas).

Conclusiones y recomendaciones:
Sabemos que el ser humano puede eliminar a través del riñón de 10 a 14 mililitros de agua por minuto (600-840 ml/hora), por lo tanto, no se debería superar ese límite.
Una buena forma de calcular cuánto líquido debemos beber es aportar un litro de agua por cada 1000 kcal que se consumen (si hablamos de una media de consumo de 2000 kcal/día, ahí obtenemos los famosos “dos litros diarios”).
Si estamos expuestos al calor este valor debe aumentar junto con la temperatura y la transpiración.
En el caso de practicar algún deporte, el aporte de líquido es diferente y requiere ser tratado en profundidad (ver el artículo “Agua e Hidratación en el rendimiento deportivo”).

sábado, 5 de mayo de 2012


Introducción
En nuestra sociedad, como respuesta al problema epidémico de la obesidad (1), han surgido grupos de trabajo con un planteamiento multidisciplinario para tratar los casos extremos de la denominada Obesidad Mórbida compuestos por Psiquiatras, Nutricionistas, Endocrinólogos, Cirujanos Digestivos, Cirujanos Plásticos, etc., que suman sus conocimientos y aportan visiones diferentes y complementarias.
Dentro de esta serie de pacientes con obesidad mórbida, hay dos subgrupos diferentes en función de si han sido tratados o no con técnicas quirúrgicas de cirugía bariátrica, que suele conseguir pérdidas de peso más rápidas que con los tratamientos estrictamente médico-dietéticos sin cirugía digestiva (2,3). En ambos casos ante el resultado precoz o dilatado con descensos importantes de peso, la imagen corporal y la calidad de vida de los pacientes se benefician de la colaboración del cirujano plástico, que somete al paciente a un protocolo de actuaciones, con dermolipectomías sobre todo, que se suelen iniciar en la región del faldón o delantal abdominal.
Pero a veces, de forma excepcional, como en el caso que presentamos, se sobrepasan los criterios convencionales y las soluciones tradicionales no parecen resolver el problema, requiriendo adoptar nuevos planteamientos ante los desafíos que anteriormente no se resolvían o se dejaban sin tratar bajo la tutela del "primun non nocere", como en los casos clasificados como "exposiciones abdominales sin derecho a domicilio", en evisceraciones, hernias etc., cuya reposición en la cavidad abdominal se consideraba incompatible con la vida del paciente por restricción respiratoria causada por el ascenso del diafragma o por un síndrome de hiperpresión compartimental abdominal (4,5).
Caso clínico
Mujer de 54 años remitida a nuestro Servicio desde la Comisión de Obesidad Mórbida de nuestro Hospital, tras haber sido sometida a tratamiento dietético y haber pasado de 165 Kg. de peso a 100 Kg.




Fig. 1. Aspecto clínico preoperatorio de la paciente, tras adelgazamiento
sin cirugía previa, mostrando el faldón.
Sólo la impresión de su aspecto clínico nos planteó varias preguntas por diferentes razones: la psíquica en primer lugar por su deteriorada calidad de vida y situación anímica sin salida de su depresión motivada por su condición excepcional, enclaustramiento, etc.
A continuación nos planteamos el manejo de la paciente en las condiciones en que estaba tanto para su tratamiento quirúrgico como para su estancia en el hospital, pruebas diagnósticas, etc. (no podía dormir en cama, no entraba en ciertos sistemas y aparatos diagnósticos, a penas podía desplazarse....) lo que nos suponía una estrategia no propiamente quirúrgica, pero sí asistencial 

Fig. 2. Colocación de los sistemas estribo-clavo
en el faldón para su manejo con las grúas.
Por último un estudio exhaustivo de sus características y diagnóstico preciso del faldón y su contenido, previendo su situación tras la cirugía respecto a su posibilidad y fisiopatología respiratoria y su condición abdominal tanto de la reconstrucción parietal como de su situación visceral evitando un síndrome compartimental de hiperpresión.
En el aspecto psíquico-psiquiátrico, nos encontramos ante una paciente con un síndrome depresivo, cuya calidad de vida y previsión de cambiarla era difícil ya que tampoco confiaba en una solución quirúrgica, lo que requería una fuerte terapia antidepresiva y una información meticulosa del procedimiento quirúrgico de tratamiento, para que aceptara la única solución factible a juicio del equipo de tratamiento.
Se realizaron también estudios preoperatorios: pruebas de fisiopatología y función respiratoria, analítica completa, estudios radiológicos y Tomografía Axial computarizada (TAC) detallada abdominal. Esta última mostró imágenes sobre la composición y los niveles intestinales del contenido del faldón abdominal. Era necesario saber el contenido, naturaleza y situación de las asas intestinales, presencia de megalias, etc. llegando a la conclusión, ante la ausencia de traumatismos o cirugías previas, de que la evisceración se produjo a través de una diástasis de los músculos rectos abdominales, irreversible, acompañada de un mecanismo de linfedema tisular intersticial que seguía actuando como mecanismo expansor del crecimiento del volumen del faldón de forma irreversibe y con la ayuda de la gravedad, sin posibilidad de reversión 

Fig. 3. Imágenes del estudio radiológico (TAC) de la pared abdominal y del faldón.
Técnicamente al resecar el faldón-bultoma, comenzaría propiamente el tiempo de la reconstrucción de la pared abdominal y su diástasis de rectos con una deficiente calidad de tejidos con infiltración líquida linfedematosa. Ello se agravaba al no poder disminuir el contenido abdominal, lo que suponía aumentar el continente para dar cabida al contenido intestinal. No había posibilidad de resección de megalias ni de cirugía de resección gastrointestinal.
Concretando, la solución tendría que aumentar la cavidad abdominal a semejanza de los embarazos múltiples o de gran volumen pero bruscamente, sin período de adaptación y reconstruyendo la "falla" de la pared abdominal con un material sintético o con un colgajo autólogo que aportase tejidos de mejor calidad que los linfedematosos. Tanto una solución sintética firme, como con colgajo autólogo (plan A, o plan B), deberían conseguir una situación postoperatoria que permitiera la respiración de la paciente de forma autónoma sin ayuda mecánica a pesar del desplazamiento diafragmático, permitiendo la extubación anestésica postoperatoria y por otro lado sin provocar un síndrome compartimental intrabdominal.
Este planteamiento fisiopatológico de aumentar el domicilio, a modo de embarazo sin período de adaptación, bruscamente, ha supuesto una idea innovadora basada en un estudio riguroso del faldón y su contenido: composición, nivel del contenido intestinal, naturaleza de la diástasis, presencia o ausencia de megalias o neoformaciones, distribución del contenido abdominal, etc. mediante iconografía del TAC (tomografía axial computarizada) junto con una valoración y pronóstico funcional respiratorio de su función y capacidades respiratorias en la nueva situación postoperatoria (6).
La reconstrucción con cualquiera de los dos planes: sintético o autólogo (A o B), suponía una nueva pared abdominal firme y competente, con aumento del continente proporcional al nuevo volumen del contenido, evitando también el síndrome de compartimental intrabdominal si se alcanzan cifras de 20-25 mm. de Hg. (7).
Por otro lado, la estrategia para manejar a la paciente ante nuestra falta de experiencia previa, consistió en un procedimiento para controlar el "faldón-bultoma" mediante unas grúas y cinco agujas y estribos introducidos en el faldón por fuera del paquete intestinal (Fig. 4), con lo que mediante una mesa con ruedas en la que apoyaba, al seccionar y retirar el faldón, se separaba de la paciente y así comenzaba el tiempo de la reconstrucción de la pared abdominal 

Fig. 4. Aspecto del faldón colgado del sistema de grúas en el quirófano con doble mesa, una convencional
para el apoyo de la paciente y otra colocada transversalmente por encima, a modo de puente con ruedas
para su desplazamiento, para el apoyo del faldón y facilitar su retirada tras el primer tiempo de resección.

Fig. 5. Retirada del faldón, sobre la mesa descrita y aspecto del resto de la resección colgada
sin completar antes de la reconstrucción.
Las consultas bibliográficas que encontramos nos fueron de interés en este sentido para el manejo de la paciente (8).
Retirado el faldón, que suponía una barrera física, la técnica de reconstrucción consistió en los siguientes actos quirúrgicos:
1º.- Disección del saco de la evisceración para su reposición abdominal .

Fig. 6. Aspecto de la disección de la eventración y de la pared abdominal sin faldón.

2º.- Sin despegar el colgajo abdominal dermograso, perforaciones en el reborde costal y espina ilíaca anterosuperior bilateralmente como puntos estables para el paso de los alambres de sujeción por el sistema de túneles hasta la zona de la evisceración 

Fig. 7. Maniobra de una perforación ósea para la fijación alámbrica de la malla de polipropileno.

3º.- Colocación de la malla sobrepasando la falla de la diástasis de rectos; se fija y tensiona adaptándola a la reconstrucción deseada con control intraoperatorio de la tensión del sistema 

Fig. 8. Sujeción, adaptación y tensado de
la malla sin despegamientos y controlando
su efecto en la presión del compartimento abdominal.

4º.- Colocación de varios drenajes aspirativos (cuatro); sutura del colgajo abdominal sin tensión, resecando las piezas dermograsas que sobran en la adaptación de los bordes de las resecciones. El peso total de los sólidos y líquidos trasudados (linfedema), superó los 60 Kg. 

Fig. 9. Sutura sin tensión del colgajo de piel que cubre la reconstrucción parietal.
El curso postoperatorio fue satisfactorio; la paciente fue extubada el mismo día de la intervención al cabo de varias horas y permaneció 6 días en UVI, pasando después a planta de hospitalización normal, con un total de 20 días de estancia hospitalaria, sin ninguna complicación postoperatoria y comenzando rehabitilación con movimientos activos y pasivos al cuarto día de la intervención, en la UVI (Fig. 10), que continuó después para conseguir deambulación sin el contrapeso del bultoma, con un vendaje o faja abdominal elástica, que podemos ver en la Fig. 11. También recibió tratamiento de apoyo psiquiátrico. Podemos ver imágenes comparativas entre el preoperatorio y el postoperatorio en el momento del alta hospitalaria en las Fig. 12-13-14. El postoperatorio a los 6 meses podemos verlo en las Fig. 15-16.





Fig. 10. Aspecto postoperatorio reciente de la paciente empezando su movilización.


Fig. 11. La paciente con su faja protectora
 antes de salir del hospital tras dos semanas.

Fig. 12. Comparativa entre el pre y postoperatorio en el momento del alta hospitalaria.
Visión frontal.

Fig. 13. Visión lateral.

Fig. 14. Comparativa entre el pre y postoperatorio en el momento del alta hospitalaria
con la paciente deambulando con normalidad.

Fig. 15. Postoperatorio a los 6 meses.
Fig. 16. Postoperatorio a los 6 meses.


Conclusiones
La Obesidad Mórbida requiere un enfoque y estudio multidisciplinario para su estudio y tratamiento.
En los casos excepcionales, como el que mostramos, los planteamientos tradicionales que no aportan soluciones efectivas se han superado para, con un estudio riguroso previo, plantear soluciones imaginativas renovando conceptos como el del "derecho a domicilio" que requieren un nuevo tratamiento tanto técnico, como estratégico.
El aspecto estratégico, requerido por las dificultades del manejo físico de la paciente, aunque supone una ayuda en el procedimiento no plantea novedades conceptuales, pero facilita enormemente la propia cirugía de resección y reconstrucción de la pared abdominal, posibilitando la actuación de un equipo numeroso de cirujanos, lo que resulta muy útil en estos casos.
El aspecto diseñado como técnica innovadora en este caso de reconstrucción abdominal, ha consistido en una técnica de ampliación del volumen de la misma para evitar un síndrome digestivo-respiratorio de hiperpresión compartimental.
La reconstrucción planteada, ante la mala calidad de las estructuras con linfedema, aumento de la grasa y enfermedad vascular evidente, se diseñó con material sintético (malla de polipropileno) y una fijación ósea múltiple con alambres de acero a través de tunelizaciones, evitando así los despegamientos de tejidos, peligrosos en estos pacientes.
Creemos que aunque las soluciones técnicas nuevas pueden ser diversas, hay que adaptarlas en cada caso a las condiciones de cada paciente optando por la de mayor sencillez y seguridad.